miércoles, 23 de septiembre de 2009

CRÓNICA DE UN CONGRESO “AMBIENTAL”

Este congreso fue realizado aproximadamente hace un mes atrás, voy a evitar dar nombres y marcas (y a quien le quede el saco…..)

Mas allá de que los temas abordados tenían cierto matiz ambiental, ya que los disertantes hablaron de leyes, jurisprudencia, actividades fabriles y mineras relacionadas con la temática ambiental; pero sólo eso, se limitaron a dar soluciones prácticas y ninguno de ellos hizo lo que la ética ambiental obliga – a mi parecer – de denunciar los actos que vulneran el medio ambiente (tanto propios como colectivos).

Me hubiese gustado que esa “preocupación” por la ecología que aparentemente querían demostrar no hubiese sido mermada por cosas simples, pero que dicen mucho de su verdadera conciencia de preservar el ambiente.

Para empezar repartieron el material (como en todo congreso) pero, hubiera sido mucho más provechoso que se hiciera uso de papel reciclado, además de que se evite el saturar las carpetas con montones y montones de propagandas y afiches (que nunca nadie los lee antes de botarlos – ojo, botarlos, ni siquiera reciclarlos.); pero a lo hecho… total, la tinta, la impresión y las toneladas de papel del dicho congreso ambiental cooperaron en la emisión de dióxidos (contaminación atmosférica), contaminación de aguas y deforestación.

Después de todo, las disertaciones no eran tan malas (desde el punto de vista teórico – no práctico –, un tanto simples, pero no malas); y, a la llegada de los refrigerios grande fue mi sorpresa al ver que todos estaban hechos en base a animales (después de una disertación de animales en cautiverio el refrigerio eran salteñas – empanadas de carne y huevo – y para beber (dije que no iba a dar marcas) una de las sodas más populares a nivel mundial caracterizada por sus efectos nocivos tanto para la salud como para el ambiente) pero cuando digo TODOS los refrigerios, me refiero a TODOS (ya sé que no puedo exigir al mundo ser vegano, pero los veganos teníamos que ver lo que los demás se atiborraban de cadáveres y pollitos que no pudieron nacer mientras decían lamentar la situación de los animales en los zoológicos).

Me entristece, pero parece que hasta la hipocresía económica – causada por el desempleo a simple vista – se inmiscuya hasta en temas de protección ambiental, puesto que, los participantes de ese congreso que verdaderamente comprenden la situación ecológica eran realmente pocos (alcanzo a contarlos con una mano).

POR FAVOR! A toda la gente que se mete a instituciones de protección ambiental, si lo hacen porque necesitan un salario, mejor busquen otra área; el tema ambiental no es algo de simple lucro, hay actuar pero bien (y no fingir actuar sin predicar lo que no se hace)

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